La retirada del 2G/3G ya está aquí. Los operadores de todo el mundo ya han cerrado sus redes 2G y 3G o tienen previsto hacerlo en los próximos años. Ahora es el momento de empezar a considerar las alternativas y asegurarse de que son adecuadas para sus aplicaciones.
Según la GSMA, en Europa hay más de 465 millones de abonados únicos a la telefonía móvil, equivalente al 85% de la población, lo que ha generado un aumento exponencial de la demanda de tecnologías de conectividad de alta velocidad y gran ancho de banda que estos dispositivos necesitan para soportar las aplicaciones de streaming, cartografía y otras "en tiempo real" que los usuarios esperan. Como resultado, todos los operadores han invertido en tecnologías LTE más eficientes que pueden facilitar estas necesidades, pero con el fin de liberar espectro para LTE y ahora 5G, se han visto obligados a eliminar sus redes 2G y 3G heredadas.
Para los proveedores de soluciones IoT, que tradicionalmente han dependido de las redes 2G y 3G, el impacto es grande. A medida que las tecnologías heredadas desaparecen, los proveedores deben comenzar el desalentador proceso de migrar sus soluciones
a una opción LTE adecuada. Pero la migración no tiene por qué ser dolorosa. De hecho, con una planificación adecuada y
una estrategia integral de migración a LTE, los proveedores de IoT no sólo pueden mantener el éxito de sus despliegues, sino también aprovechar las ventajas que ofrece LTE. En esta guía, responderemos a sus preguntas más apremiantes sobre los cierres de red y le guiaremos en la creación de una estrategia de migración de red para que su organización tenga éxito, ahora y en el futuro.
Para liberar espectro para tecnologías modernas que ofrezcan una mayor eficiencia energética y de costes, una mayor funcionalidad y una mejor experiencia del cliente. Para evitar tener que mantener y modernizar los equipos 2G o 3G que han llegado al final de su vida útil, lo que ofrece un menor retorno de la inversión (ROI) que la ampliación de 4G o el despliegue de 5G. Para reducir la complejidad operativa que supone el funcionamiento de demasiadas redes y reducir la gama de dispositivos que necesitan pruebas, aprovisionamiento y soporte.
El impacto inmediato en las soluciones de IoT que han dependido de la tecnología 2G y 3G es una obsolescencia forzada de sus conexiones existentes. Algunas organizaciones están afrontando la desaparición de las tecnologías 2G y 3G cambiando a operadores con fechas de caducidad más tardías para retrasar la migración. Pero lo que hay que tener en cuenta es que la migración es un escenario de "cuándo", no de "si".
Dado que el 2G y 3G se enfrentan a la extinción global, las empresas de IoT y M2M deben estar preparadas y desplegar la nueva tecnología. IoT.Cards puede ayudarle, póngase en contacto con nosotros en contact@iot.cards.